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Enfermedades autoinmunes de la piel del perro (pénfigo y lupus)

Enfermedades autoinmunes de la piel del perro


Las afecciones autoinmunes pertenecen a un tipo específico de enfermedad, en la que el organismo reacciona contra tejidos u órganos que no reconoce como propios. Existe una considerable cantidad de enfermedades autoinmunes que afectan al perro, cuya signología es predominantemente cutánea. Las enfermedades autoinmunes de la piel del perro pueden clasificarse de acuerdo al mecanismo inmunológico involucrado y el tipo de lesión que generan.

Veamos aquellas que se presentan con mayor frecuencia en la clínica de animales pequeños.

Concepto de enfermedad autoinmune

En condiciones normales, el organismo se defiende de agentes físicos, químicos o biológicos extraños. Esto es posible gracias a la existencia de un complejo pero organizado sistema conocido como “sistema inmunitario”. El sistema inmunitario (en este enlace te aconsejamos un artículos sobre el sistema inmunitario en animales) combate las distintas agresiones mediante su destrucción o neutralización a través de células especializadas y anticuerpos.

En el desarrollo de una enfermedad autoinmune, distintos factores tanto genéticos como ambientales se combinan para dar una orden inadecuada; el sistema inmune produce así defensas, generalmente mediadas por anticuerpos, más o menos específicas contra tejidos normales sanos.

Aunque existen diferencias significativas de mecanismo, las enfermedades autoinmunes suelen estudiarse junto con las llamadas inmunomediadas.

Veremos las enfermedades autoinmunes de la piel del perro más frecuentes.

Enfermedades autoinmunes de la piel del perro más habituales

Las enfermedades autoinmunes representan un campo de creciente interés dentro de la profesión veterinaria. Existe una diversidad considerable de afecciones incluidas en esa categoría que afectan a nuestros animales. Entre todas ellas, aquellas que cursan con signología cutánea presentan mayor prevalencia.

Entre las enfermedades autoinmunes de la piel del perro, a su vez, existen algunas que se presentan más habitualmente. De acuerdo al tipo de lesión y su mecanismo, podemos identificarlas como las enfermedades del grupo pénfigo y las manifestaciones cutáneas de lupus.

Lesiones asociadas a pénfigo

El mecanismo de acción básico de las enfermedades del grupo pénfigo consiste en la producción de autoanticuerpos contra la sustancia que une las células de la epidermis. Se produce así la separación de las células, la cual puede ocurrir en los diferentes niveles o estratos epidérmicos, dando lugar a lesiones tipo ampollas.

En los animales afectados las lesiones son frágiles y se rompen con facilidad, dejando espacios sin pelo y formas erosivas o costrosas. Suelen presentarse infecciones secundarias, así como prurito, fiebre y dolor variables.

Pénfigo foliáceo

Se trata del tipo de pénfigo de aparición más frecuente dentro las enfermedades autoinmunes de la piel del perro.

Las lesiones se distribuyen inicialmente en la región facial. Se ven zonas despigmentadas, erosiones y costras en puente nasal y cartílagos alares. En casos graves, las lesiones pueden afectar el área periocular, perilabial y pabellones auriculares. Algunos animales presentan en forma simultánea engrosamiento de las almohadillas plantares, conocido como hiperqueratosis.

En muchos casos la enfermedad llega a generalizarse a los pocos meses, mostrando heridas costrosas en todo el cuerpo.

El desarrollo de pénfigo foliáceo puede ocurrir por causas tanto genéticas como a consecuencia de enfermedades crónicas cutáneas o farmacoterapia prolongada.

Otros tipos de pénfigo

Otros tipos de pénfigo incluyen la variedad eritematosa del pénfigo foliáceo -no generalizada, con lesiones únicamente en cara- y el pénfigo vulgar.

El pénfigo vulgar, si bien con menor frecuencia de presentación, representa la variedad más severa del grupo. Los animales afectados desarrollan lesiones ulcerosas en mucosa bucal, unión mucocutánea, axilas e ingle. Puede haber desprendimiento de uñas e inflamación en la base de las mismas.

Lupus eritematoso sistémico y discoide

El lupus sistémico es una enfermedad autoinmune de tipo polisistémica en la que el organismo produce anticuerpos contra el material del núcleo celular. Diversos órganos pueden estar afectados dando lugar a signos compatibles principalmente con enfermedad articular, enfermedad renal, anemia, fiebre y lesiones cutáneas.

La forma cutánea del lupus eritematoso sistémico representa un estadio de mayor gravedad. Las lesiones son diversas e incluyen seborrea crónica, vesículas cutáneas y mucocutáneas, úlceras, hiperqueratosis, inflamación del adiposo subcutáneo (paniculitis) e infecciones profundas de aparición frecuente. Se distribuyen principalmente en región facial y almohadillas plantares.

El lupus eritematoso discoide es considerado la variante benigna del sistémico. Las lesiones se ubican principalmente en región facial. La nariz se alisa perdiendo su clásico aspecto rugoso y se despigmenta. Se observan costras y úlceras en nariz, zona periocular y pabellones auriculares.

Manejo de las enfermedades autoinmunes de la piel del perro

En el diagnóstico de las enfermedades autoinmunes de la piel del perro se tendrán en cuenta la reseña, los signos y los resultados de análisis complementarios más o menos específicos. Se han descrito razas con mayor predisposición entre las que se encuentran el ovejero alemán, collie, dachshund, akita y dóberman (accede a la ficha del dóberman).

La impronta y biopsia temprana para evaluación histopatológica de las lesiones representan los mayores aliados en la confirmación de la enfermedad.

El tratamiento de las enfermedades autoinmunes de la piel del perro incluye una combinación de fármacos inmunosupresores y moduladores de la respuesta inmune, administrados según esquemas de dosis y duración variables.

En las enfermedades autoinmunes cutáneas, la exposición a la radiación solar ultravioleta representa un factor desencadenante o agravante. En los animales afectados, deberá evitarse la permanencia al sol durante las horas de mayor incidencia y cubrir con protectores solares las áreas susceptibles.


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